top of page

Mejorar tu autoestima más allá de los 55 años

Si tienes más de 55 años, te encuentras en esa época de tu vida en la que sientes que has dejado de crecer, que ya no tienes nada interesante que aportar al mundo, y tu autoestima empieza a cojear… Quizá este artículo te interese.


Los problemas de autoestima son comunes a personas de distintas edades, porque cada época de la vida implica desafíos diferentes, nuevos retos, y en muchos casos surgen las inseguridades, la tristeza que no se sabe de dónde viene, nos sentimos menos creativos. En definitiva, sentimos que no pisamos un suelo firme.


La autoestima tiene que ver con nuestro autoconcepto, con cómo nos vemos, con quienes somos. Es como un animalillo que llevamos dentro, y que a veces se siente muy fuerte y poderoso, y en épocas difíciles se hace pequeñito, sin fuerzas, se siente sin posibilidades.


¿Porqué la autoestima se resiente a partir de la mediana edad?


  • Nos cuesta adaptarnos a los cambios. Cuando nos hacemos mayores, nuestro físico cambia, sentimos que perdemos atractivo sexual, que ya nadie nos va a querer mirar. Además la salud empieza a hacer de las suyas, y aparecen esos achaques que a veces se convierten en patologías crónicas que nos obligan a modificar nuestro estilo de vida, a adaptarnos. Nos cuesta mucho esfuerzo emocional asumir que ya no éramos los de antes.

  • Cambian nuestros roles. Ya no es posible seguir siendo el padre fuerte y poderoso que saca la casa adelante, ni la madre que es el centro de atención y es necesitada por todos. Ni es@ profesional al que admiran y que es alguien importante en su trabajo. Ajustar esos roles en esta nueva etapa afecta de forma directa a nuestra sensación de valía, al concepto de nosotros mismos.


Aquí tienes algunas ideas para mantener una autoestima sana


  1. Acepta tus limitaciones, y da la bienvenida a tus nuevas ventajas. Durante toda la vida, las personas tenemos limitaciones, de un tipo o de otro. Las de ahora quizá sean distintas, de otro tipo, pero existen y hay que aceptarlas, para dejar de estar en esa lucha interna contra lo que nos gustaría que fuera y no es. Te ayudará tomar conciencia de las cosas que ahora por fin, si puedes hacer, como disponer más tiempo y libertad para hacer lo que te plazca.

  2. Establece nuevos retos, aunque sean pequeños. Por ejemplo, aprender algo nuevo que siempre te haya producido curiosidad. O introducir nuevas rutinas que tengan que ver con tu autocuidado, y que antes, cuando trabajabas o atendías a tus hijos no podías permitirte. Sentirás que sigues creciendo como persona, que eres capaz de mejorar. Y eso sienta muy bien.

  3. Prémiate por los éxitos que vayas consiguiendo. Incluso celébralos con los tuyos. Por ejemplo, si la próxima semana consigues hacer ejercicio físico todos los días (aunque sea un cuarto de hora), prepara una comida de celebración el domingo, o ve al cine.

  4. Sigue tomando tus propias decisiones. Eres más capaz que nunca de hacerlo, ya que es el momento de tu vida en el que más conocimientos acumulas.

  5. Sal de casa todos los días, y mantente todo lo activ@ que puedas. Mueve el cuerpo, y mueve la mente. No hay mejor antídoto contra la depresión. (Bueno si, el amor). No descuides esta idea, ni un sólo día. Y verás, cómo tu cuerpo te pide actividad de forma natural a partir de ahora. Establecer rutinas diarias te ayudará mucho a conseguir este objetivo, así no desgastarás energías planificando sobre la marcha.

  6. Hazte un listado de cosas que te hacen ilusión. Y ve a por ellas. Por ejemplo, si siempre te ha hecho ilusión ir a visitar Venecia, o ir a un concierto de Raphael…¿a qué esperas? Estás en el momento adecuado para cumplir tus sueños.

  7. Todos los días, date un capricho. Mimarse un poquito todos los días mantendrá tu autoestima en plena forma. Y además, lo mereces!

  8. Cuida tu presencia física. De acuerdo, ahora hay arrugas, canas, kilillos de más…Esos visitantes indeseados que han venido para quedarse. ¿Pero que tendrá que ver eso con abandonarte? Seguro que puedes sacarte partido, y que cuando te mires en el espejo pienses con orgullo “pues no estoy nada mal para mi edad”.

  9. No pierdas tu autonomía. Aunque hay cosas que quizá te de pereza hacer, o te veas con menos soltura que los jovenzuelos, considéralas desafíos, una oportunidad para aprender. Mejor hacer las cosas de manera más lenta, que no hacerlas. Eso sí, sin hacer locuras. A veces hay que pedir ayuda.

  10. Y lo más importante: ocúpate de dar y de recibir cariño. No pierdas el contacto con los tuyos. Sé consciente de que quizá tú eres la figura que puede mantener la familia unida. Organiza planes interesantes con ellos, enséñales lo que hayas aprendido, échales una mano si puedes, y pide ayuda cuando lo necesites. Y si puedes, recupera tus amistades, y si esto no es posible, date el lujo de conocer amigos nuevos.


Ten en cuenta que el cuidado de tu autoestima es tu responsabilidad, y que si llevas a cabo estas propuestas, conseguirás sentirte mucho mejor. Y si no es así, valora la posibilidad de recibir ayuda psicológica, que a veces es necesaria y nos ayuda a salir del “atasco”.

Te deseamos una autoestima feliz :)


2 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page